La industria o el arte de hacer cine en Honduras continua desarrollándose, y hoy hemos visto parte de ese logro con la proyección en salas nacionales del largometraje “Angelina” y con la noticia de próximas producciones cinematográficas para el próximo año, la historia del cine continua y se renueva sin dejar de olvidar que todo comenzó con Samy Kafaty y su película “No Hay Tierra sin Dueño” en el año de 1985, esfuerzo que motivo a muchos jóvenes cineastas hondureños a seguir las huellas dejadas por Samy y hoy por hoy serán recordados como parte de esa historia.
Angelina, novela hondureña escrita por Carlos F. Gutiérrez Lardizábal en el año de
Asistimos a la premier de “Angelina” el pasado 25 de agosto del presente año, y descubrimos que la directora Carla Calderón Hedman no solo ha realizado un film de época al trasladarnos con la magia del cine al pasado colonial donde se desarrolla la historia, además le ha agregado un elemento muy impresionante a la película y este es el paisaje natural hondureño.
Filmada completamente en exteriores naturales de las comunidades de Comayagua, Urraco, El Valle de Sula, Las Cuevas de Taulabe, El lago de Yojoa, El Rosario, Macuelizo y Peña Blanca, la historia romántica y trágica de Angelina se desarrolla en perfecta armonía con el paisaje convirtiéndolo en otro personaje más de la película.
Con una producción de casi un año y la enorme tarea de adaptar una novela corta a un largometraje nos comentaba la directora Carla Calderón Hedman conto con los actores Lily Portillo, Oscar Rivera y la colaboración de personajes muy conocidos del medio artístico hondureño como lo son Edgardo Rivera y la sorpresiva actuación de nuestro director de la revista Miguel Caballero Leiva en la caracterización del sacerdote que orienta a Manuela (Lily Portillo) en una de las escenas importantes de la película.
Angelina también se estará exhibiendo en diferentes festivales en América Latina y Europa le deseamos mucha suerte y éxitos
Producciones de esta calidad solamente necesitan una cosa, el apoyo de cada uno de nosotros como hondureños, como empresarios, como gobierno y como público, solo así lograremos que el cine en Honduras continúe porque hay que recordar las famosas palabras de un gran pensador que dijo: “Un país sin imágenes no es país”.